Activistas Católicos en acción

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Justino Moreno, far left, with other Bread activists during the 2018 Advocacy Summit and Lobby Day.

Por Victoria Yepez

“Hace un mes no me hubiera imaginado que estaría caminando por los pasillos del Capitolio abogando ante mis senadores”, dijo Justino Moreno.

En un cálido y soleado día de verano, cientos de estudiantes, líderes de fe, y activistas se dieron cita en el Capitolio para levantarse en solidaridad y servir como una voz para quienes están luchando contra el hambre y la pobreza. Para muchos de estos activistas, como Justino Moreno, esta fue la primera vez que se reunían con sus miembros del Congreso en persona.

Justino Moreno, nació en México, fue criado en Kansas, y ahora vive en Florida. Como joven adulto y líder en la Diócesis de Jacksonville, él ha dedicado tiempo considerable como voluntario en el grupo de jóvenes latinos de su iglesia.

Al crecer, Justino se sentía atado entre dos culturas, por lo que él cree que empoderar a la juventud y promover la diversidad y la inclusión son esenciales en nuestros esfuerzos de cabildeo. Habiendo sido un beneficiario de SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, según sus siglas en inglés), él sabe que tan importantes son los programas como SNAP para la comunidad latina. Gracias a SNAP él no tenía que preocuparse de dónde vendría su próxima comida, en lugar de ello, se concentraba en avanzar su educación y ahora trabaja en una institución financiera. Durante el Dia de Cabildeo, Justino encontró consuelo en el hecho de que muchas personas compartían historias similares a la suya, personas que habían recibido SNAP, y que habían vivido la misma pobreza que él había sufrido. Para Justino, fue inspirador ver gente impresionante surgir de esos programas y compartir sus testimonios con miembros del Congreso.

Justino dijo que el regresaría a su hogar con un sentido de “responsabilidad de asegurarse que todos levantaran su voz.” Hacer que el cabildeo sea más accesible a la gente. A demostrarles que ellos pueden venir a Washington o escribirle cartas al Congreso. Nuestros congresistas necesitan saber que a nosotros nos preocupa lo que están haciendo y estamos aquí para guiarlos”.

Otros jóvenes latinos católicos también se unieron al día de Cabildeo de Pan, como Cenia Martínez, la Coordinadora de Alcance Católico en la Diócesis de Orange. Ella vino hasta la costa Este para corregir las falsas ideas y compartir sobre la realidad de los inmigrantes en su comunidad. “Yo quiero ser la voz de la verdad cuando se trata de SNAP. La gente piensa que hay mucho fraude, que los inmigrantes y las minorías le están sacando ventaja, sin embargo, esa no es la verdad”, dijo ella.  La doctrina social de la Iglesia Católica le ha enseñado a ella a colocar su fe en acción, especialmente pidiéndole al Congreso que establezca como prioridad a las personas que están sufriendo de hambre y pobreza en Estados Unidos.

Cenia vio a Dios moviéndose durante las visitas con sus congresistas, especialmente cuando una estudiante en su delegación compartió su testimonio personal sobre SNAP. Cenia se inspiró por el valor de esa estudiante quien compartió que madre es indocumentada y desempleada y que uno de sus hermanitos padecía de epilepsia. SNAP es su única subvención de alimentos y explicó que sin la misma ellos hubieran pasado hambre.

Ella sostiene a su familia mientras asiste a la universidad y tiene varios empleos. Cenia relata que “su testimonio hizo que la asistente de la senadora brotara lágrimas”. Para Cenia era claro que “el hambre produce una reacción en cadena y necesitamos demostrar continuamente que este es un tema que nos preocupa”.

Victoria Yepez está haciendo un internado en The Alliance to End Hunger.

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