Ofrenda de Cartas de 2015: Alimenta los Niños

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Tammanna Akter and Joy in Barisal, Bangladesh. Photo by Laura Pohl / Bread for the World

Cada año, Pan para el Mundo urge a los líderes electos en Washington, DC para que ayuden a las personas de nuestra nación y del mundo a poder alimentar a sus familias y sacarlas de la pobreza. El evento de la Ofrenda de Cartas — cuando personas de su iglesia, recinto universitario o grupo se sientan juntas con el propósito de escribirle a los miembros del Congreso acerca de asuntos específicos — es una herramienta efectiva que ayuda a darle forma a la respuesta de nuestro gobierno al problema del hambre.

Ya bien sea que usted no haya estado involucrado antes en la redacción de cartas o que tenga experiencia organizando a las personas para que le hablen a nuestros líderes en Washington, esta sección de este manual instructivo para los organizadores de eventos, le ayudará a prepararse para una Ofrenda de Cartas. Establecer el evento para llevar a cabo una Ofrenda de Cartas es factible. El mismo no toma tanto tiempo como pudiéramos pensar, y encontrará que éste enriquece su experiencia de fe. Este paquete, la página Web de Pan, y los miembros del personal de Pan que sirven en su región como organizadores son recursos a utilizar para planificar y poner en acción su Ofrenda de Cartas. Contarnos acerca de su evento es importante también. Le urgimos a que llene el formulario que se encuentra en el material incluido en este paquete y nos deje saber lo que ocurrió.

Photo: Margie Nea for Bread for the World

Los programas de alimentación y nutrición federales para niños

Durante el 2015, la Ofrenda de Cartas de Pan para el Mundo estará centrada en el asunto del hambre a nivel doméstico — los programas de alimentación y nutrición de nuestro gobierno para los niños en los Estados Unidos. Estos programas, probados a través de los años, reflejan el largo historial de provisión de protección y apoyo colectivo a los niños que caracteriza a nuestro país. Por ejemplo, nuestras comunidades proveen educación gratuita y a tiempo completo durante unos doce años, y las leyes laborales evitan que los niños formen parte de la fuerza laboral.

A través del Congreso, nuestro gobierno federal también tiene a su haber una variedad de programas que operan como redes de seguridad en lo referente a los alimentos y las necesidades nutricionales de los niños de nuestra nación. En la misma manera en la cual nuestro gobierno y ciudadanía ven la educación primaria y secundaria como una inversión a largo alcance en los niños, estos programas federales de alimentación y nutrición también tienen beneficios a largo alcance.

Escriba a sus miembros del Congreso y les urja a continuar financiando programas críticos que alimentan y ayudan a que nuestros niños crezcan. Hagamos esto juntos por amor a nuestros niños — y para beneficio de todos nosotros.

Despite gains made in 2010, too many children are unable to get the meals they need to stay healthy and hunger-free. Photo: Joe Molieri / Bread for the World

Learn About the Issue

Aproximadamente 16 millones de niños en los Estados Unidos — uno de cada cinco — viven en familias que luchan por colocar comida en la mesa. Muchos de estos niños tienen padres que trabajan arduamente, pero sus salarios no son lo suficientemente altos como para cubrir el alto costo de la renta, transportación y los servicios públicos — en adición a la comida diaria.

Es por eso que los programas de alimentación de nuestro gobierno federal han servido como una cuerda salvavidas, por así decirlo, para los niños y las familias vulnerables. Debido a que los niños son impactados de manera más severa por los efectos del hambre y la desnutrición, los programas de nutrición dirigidos a los niños son particularmente importantes.

Un comienzo saludable en la vida — aún antes del nacimiento — redunda en beneficios a largo plazo, no solamente para los niños de forma individual y para sus familias, sino también para sus comunidades y para nuestra nación

 

The new Congress has an opportunity to give more children at risk of hunger access to the healthy food they need. Photo: Joe Molieri / Bread for the World

Tome Acción

Usted puede influenciar a los legisladores a través de persistentes llamadas telefónicas, correos electrónicos, cartas en manuscrito, mensajes grabados en video y reuniones en persona.

Cortésmente, recuérdele a los legisladores que como ciudadano y votante, usted tiene el poder y que ellos son responsables ante usted. Dígales lo que usted desea que hagan, la razón por la cual esto es importante para usted, y las demás personas dentro de su distrito/estado que usted representa.

Write to Congress

Barbi Izquierdo with her son. Photo: Joe Molieri / Bread for the World

Historias de la vida real acerca de los programas de nutrición para niños

A las 11:20 en punto de la mañana, durante una fría mañana de finales de otoño, la campana suena en la escuela elemental Anne Frank de Filadelfia, Pensilvania. Un minuto más tarde, la quietud de la cafetería es interrumpida por las conversaciones y gritos de más de 200 niños de segundo grado. Éstos entran a la misma de acuerdo a su salón hogar y pasan por la línea escogiendo sus almuerzos. Durante las próximas horas, la cafetería se llena de ruido y energía.

Entre aquellos que forman parte del primer grupo de estudiantes que ingieren diariamente los alimentos provistos por la escuela se encuentra Aidan, el hijo de 7 años de Barbie Izquierdo. Su hermana Leylanie, de 9 años, comerá su almuerzo durante la hora señalada para su grado, 40 minutos más tarde.

Esta rutina de la hora de almuerzo se repite cada día de la semana en esta escuela y en escuelas a través de los Estados Unidos. Ya bien sea el desayuno en la mañana antes de las clases o el almuerzo a mediodía, los alimentos provistos a los niños en las escuelas bajo los programas de nutrición nacional les proveen la energía necesaria para aprovechar las próximas horas de aprendizaje. Los alimentos provistos después de la escuela o en los centros de cuidado o guarderías, también forman parte importante del programa de nutrición nacional.

Aunque estos niños no piensan al respecto, los alimentos subsidiados por el gobierno federal nutren sus cuerpos y cerebros, silenciosamente, para que puedan aprender y crecer. Como lo expresara Mickey Komins, el principal de la escuela elemental Anne Frank — y probablemente cualquier educador — “Estamos enseñando para toda la vida — no solamente para un solo día”.

Enseñar en la actualidad y colocar el fundamento para el futuro de los estudiantes implica no solamente la instrucción en el salón de clases sino también asegurarse que los estudiantes tengan estómagos llenos para que sus mentes también puedan ser alimentadas. Alimentar a los estudiantes involucra al personal a todos los niveles en cada una de las escuelas que implementan cualesquiera de los programas de nutrición infantil del gobierno, desde los administradores hasta los maestros y los trabajadores de la cafetería.

Una trabajadora de la cafetería, quien maneja la caja registradora al final de la línea de alimentos en la escuela de Filadelfia, le dice a un estudiante: “Regresa y toma una copa de frutas”. Los trabajadores conocen a los estudiantes que ven a diario y se aseguran de que éstos estén siguiendo las pautas nutricionales establecidas por el gobierno, ingiriendo algo de cada uno de los grupos principales de alimentos — proteína, granos, frutas y vegetales. En ocasiones los administradores de la cafetería usan a los estudiantes para probar nuevos artículos en el menú o estimulan a los estudiantes a probar un nuevo vegetal. De esta manera, los estudiantes también están siendo educados acerca de cómo comer bien y desarrollar hábitos saludables de por vida.

Todas las escuelas públicas de Filadelfia le proveen a cada estudiante un almuerzo gratis sin tener en cuenta el ingreso de la familia, una práctica de muchas escuelas de la nación donde un porcentaje más alto de estudiantes calificaría para comidas gratuitas. En muchas otras escuelas, el ingreso de la familia determina si el estudiante paga el precio completo, un precio reducido o si recibirá los alimentos completamente gratis.

Al final del día escolar, Barbie viene a la escuela a recoger a Aidan y Leylanie. Leylanie lleva a cabo sus tareas asignadas de lavar los platos mientras Barbie se sienta con Aidan y lo ayuda con su tarea. Barbie le pregunta diariamente a sus hijos qué almorzaron. Ella se siente tranquila al saber que sus hijos han recibido alimentos sólidos y nutritivos  durante su día escolar. Una vez a la semana, Aidan y Leylanie comen un desayuno gratuito en la escuela junto a sus compañeros de clase, pero los demás días escogen comer su desayuno en la casa.

“Si la escuela no pudiera proveer almuerzo para los niños, probablemente serían muchos los niños que regresarían a la casa en la tarde sin haber ingerido nada durante todo el día”, dice Barbie. Este no es el caso de sus hijos en este momento, pero sí solía serlo. “Hubo ocasiones en las cuales tuve que enviar a mis hijos a la cama debido a que no tenía suficiente comida que darles. Por lo tanto, si ellos no hubieran recibido ningún tipo de alimento en la escuela, no hubieran ingerido nada”. Hace algunos años, esta madre soltera recibía beneficios de SNAP (antes conocido como cupones para alimentos) después de haber perdido su trabajo.

Barbie pasa a la cocina para comenzar a preparar la cena, un plato consistente de fideos con brécol. Una vez lista la cena, la familia come junta en la mesa del comedor.

“La gente se la pasa pensando siempre que estamos pidiendo limosna debido a que recibimos ayuda o bienestar público”, explica Barbie. “Y lo que en realidad estamos pidiendo es esta oportunidad para demostrar que somos semejantes a ustedes. Somos inteligentes, tenemos necesidades, tenemos cosas que deseamos, tenemos sueños. Deseamos lo mejor para nuestros hijos, así como otros padres desean lo mejor para los suyos. La única diferencia es que crecimos en circunstancias diferentes”.

Al presente, Barbie se encuentra tomando clases para obtener su grado asociado. Ella está interesada en trabajar en el campo de la justicia criminal. “Si puedo avanzar mi vida a tal grado que ellos no tengan que preocuparse por el hecho de que su casa les puede ser quitada o por abrir el refrigerador y no encontrar nada allí, entonces lo habré logrado todo”.

 

Design by Doug Puller/Bread for the World

¿Qué deseamos que haga el Congreso?

Pan para el Mundo está urgiendo al Congreso a aprobar un proyecto de ley para la nutrición infantil que proteja los programas de nutrición y le dé mayor acceso a una mayor cantidad de niños que padecen de hambre a los alimentos que necesitan para desarrollarse. En específico, le estamos pidiendo al Congreso que: 1) Continúe la inversión sólida en los programas para la nutrición infantil. Estos programas mantienen el hambre a raya para millones de niños, permitiéndoles crecer y aprender. 2) Mejorar el acceso de los niños a los programas de alimentación. 3) Asegurar que las mejoras a los programas de nutrición infantil no sean pagadas a través de recortes a otros programas vitales de la red de seguridad como lo es SNAP (antes conocida como cupones para alimentos).

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