El Hambre y la Pobreza en la Comunidad Hispana

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Latino children are nearly twice as likely to lack access to sufficient nutritious food as non-Latino white children. Photo: Bread for the World

De Obispo José García

De acuerdo a los últimos informes estadísticos publicados a principios de septiembre por el Negociado del Censo, y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, según sus siglas en inglés), durante el año 2016 hubo una reducción en los índices de pobreza e inseguridad alimentaria a nivel nacional. Sin embargo, los índices de pobreza e inseguridad alimentaria para los latinos continúan siendo casi el doble al de la población nacional. Los análisis de estos informes por el Instituto de Pan para el Mundo indican que la tasa de pobreza de los latinos en los Estados Unidos es de 19.4 por ciento, en comparación con una tasa de 12.7 por ciento a nivel nacional.  Además, señalan que el 30 por ciento de las familias encabezadas por una persona indocumentada, y un sorprendente 34.7 por ciento de familias latinas encabezadas por mujeres viven bajo el nivel de pobreza.

En cuanto a las estadísticas relacionadas con la inseguridad alimentaria, el análisis del Instituto de Pan para el Mundo resalta que los latinos también sufren desproporcionadamente en esta categoría. Por ejemplo, la tasa de inseguridad alimentaria para los latinos es 18.5 por ciento, un 6.2 por ciento más alto que la tasa nacional de 12.3 por ciento. Para las familias latinas con niños la tasa es de 21.9 por ciento en comparación con 16.5 por ciento para la población general. La inseguridad alimentaria tiene un impacto severo en los niños latinos ya que el 24 por ciento de los niños latinos son más propensos a carecer de acceso a alimentos nutritivos en comparación a un 14 por ciento para los niños blancos no latinos, casi el doble.

Otra estadística desproporcionada es que el ingreso promedio de las familias latinas es casi $18,000 menos que el de las familias blancas que no son latinas. Como resultado de esto, las familias latinas son dos veces más propensas a padecer de inseguridad alimentaria que las familias blancas no latinas. De hecho, en una de cada cinco familias latinas por lo menos un miembro padecerá de hambre en algún momento del año. Para las familias blancas no latinas esta proporción es de un miembro por cada diez familias.

En adición estos datos, las estadísticas demuestran que los latinos están más propensos a:

  • Estar desempleados o tener empleos con salarios bajos, temporales o pocos beneficios.
  • Tener servicios de educación inferiores.
  • Carecer de servicios de salud adecuados.
  • Ser encarcelados e incurrir en gastos legales altos.
  • Sufrir discriminación por su origen étnico o estado migratorio.

Si desea obtener información adicional sobre estos temas puede descargar la siguiente hoja de datos: El Hambre y la Pobreza en la Comunidad Hispana, disponible en la página web de Pan Para el Mundo.

La comunidad latina ha hecho grandes contribuciones en el mejoramiento de la economía de los Estados Unidos, generando $2,13 mil millones en el Producto Interno Bruto. Además, contribuyen en las artes, las ciencias, servicios públicos, las empresas privadas, el servicio militar, y muchas otras áreas del quehacer nacional. Sin embargo, esta comunidad ha carecido de las oportunidades y recursos para hacer avances significativos en la erradicación del hambre y la pobreza. 

Lamentablemente, algo que empeoraría la situación de los latinos es que el presupuesto federal propuesto por el Presidente Trump y el Congreso realizaría recortes drásticos a programas que afectarían seriamente a la comunidad latina, ya que los hogares latinos tienen hasta tres veces más probabilidades de experimentar hambre y pobreza. Estos programas han librado a millones de latinos de sucumbir ante el hambre y la pobreza. Por ejemplo: en el 2014, el Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP) sacó a 2.6 millones de latinos de la pobreza, incluyendo 1.3 millones de niños; más de 20 millones de latinos de bajos ingresos se benefician de Medicaid, y casi 8 millones de trabajadores latinos se benefician del Crédito Tributario por Ingresos (EITC por sus siglas en inglés).

La comunidad latina ha probado desempeñar un papel vital en el crecimiento y prosperidad de los Estados Unidos, por lo tanto, es importante que las oportunidades para mejores empleos, salud, educación y vivienda no sean coartadas. Debemos incrementar nuestros esfuerzos abogando para que el congreso proteja los programas de la red de seguridad social que han sido vitales para la comunidad latina y asigne los fondos necesarios para poder avanzar en la meta de terminar el hambre para el año 2030.

Obispo José García es asesor ejecutivo de la estrategia de oración e inciativas estratégicas de Pan para el Mundo.

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