En muchos países pobres, la gente sufre los cambios climatológicos aun cuando es poco lo que han contribuido a las emisiones de gases causantes del efecto invernadero. Los efectos de los cambios climatológicos también se están haciendo más notables en las áreas más ricas del mundo. Pero los países de bajos ingresos permanecerán siendo los más vulnerables.
Existe creciente evidencia científica que demuestra que el cambio climatológico está poniendo a riesgo la seguridad alimentaria. África y el sur de Asia son particularmente vulnerables.
El cambio climatológico afecta el tipo de cosechas que pueden ser cultivadas bien en ciertas áreas. El mismo ha llevado nuevas enfermedades y plagas a cosechas en algunas regiones. El contenido nutritivo de algunas cosechas ha cambiado.
Y lo que tal vez sea más fácil de ver es que los patrones climatológicos están cambiando. Sequías, inundaciones y otras clases de clima extremo se han convertido en la norma. Lo más probable es que los crecientes niveles del mar y la desertificación obliguen a algunas personas a buscar lugares más habitables donde vivir.
Pan para el Mundo aboga por las personas que corren un mayor riesgo de ser afectadas por los cambios climatológicos — personas que ya están sufriendo de hambre o están en riesgo de hacerlo. El costo y disponibilidad de los alimentos afecta más a estos grupos que a cualesquiera otros. En algunos países, las personas con ingresos más bajos gastan el 75% o más de sus ingresos en alimentos. Dos ejemplos de naciones tales lo son Pakistán y Malawi.
Dentro de estos grupos vulnerables, las mujeres y niñas llevan la carga más pesada. Éstas deben viajar más lejos en busca de agua y leña. En algunos lugares ellas trabajan una tierra menos fértil y donde los nutrientes, hasta podrían estar exhaustos.
Las mujeres y niñas también se ven más amenazadas por los desastres naturales. Por ejemplo, en muchas áreas devastadas por el tsunami del sur de Asia en el 2004, la probabilidad de que las personas que murieran fueran mujeres era mayor. En el distrito de Cuddalore de la India, casi el 90% de las víctimas fueron mujeres y niñas.
Adaptarse a los cambios climatológicos requiere acciones y políticas que se interconectan. Crear resiliencia en comunidades que batallan para producir suficientes alimentos necesita ser una prioridad, así como la identificación y adopción de prácticas agrícolas sostenibles.
El cambio climatológico es un problema mundial. Si los países no pueden trabajar juntos para encontrar e implementar soluciones, el progreso alentador en contra del hambre que ha habido durante las pasadas décadas podría deshacerse rápidamente.
Afghanistan would be considered likely to have high rates of hunger because at least two of the major causes of global hunger affect it—armed conflict and fragile governmental institutions.
Malnutrition is responsible for nearly half of all preventable deaths among children under 5. Every year, the world loses hundreds of thousands of young children and babies to hunger-related causes.
Bread for the World is calling on the Biden-Harris administration and Congress to build a better 1,000-Days infrastructure in the United States.
“As you therefore have received Christ Jesus the Lord, continue to live your lives in him, rooted and built up in him and established in faith.” These words from Colossians 2:6 remind us of the faith that is active in love for our neighbors.
The Bible on...
The Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP) is designed to respond to changes in need, making it well suited to respond to crises such as the COVID-19 pandemic.
Bread for the World and its partners are asking Congress to provide $200 million for global nutrition.
In 2017, 11.8 percent of households in the U.S.—40 million people—were food-insecure, meaning that they were unsure at some point during the year about how they would provide for their next meal.