Erradicar el hambre en el transcurso de nuestra vida es posible si nuestro gobierno hace su parte. Los comedores en las iglesias, las despensas comunitarias y los viajes misioneros son importantes aunque no son suficiente. Un fuerte liderazgo del gobierno proporcionaría un marco en que las comunidades, empresas y personas que viven en la pobreza puedan trabajar conjuntamente para acabar con el hambre.
Podemos erradicar el hambre para el año 2030. Para lograr esta meta, la pobreza y el hambre deben convertirse en una prioridad nacional en el 2017 con la entrada de la nueva administración.
Ya lo hemos visto antes. Países que centran sus esfuerzos en proporcionar ayuda y oportunidades a personas que batallan para cubrir sus necesidades básicas, han logrado reducir el hambre. Estados Unidos redujo la tasa de pobreza a la mitad en los años sesenta y setenta. En esa época, el Presidente y el Congreso hicieron del hambre y la pobreza una prioridad nacional. Al entrar en el siglo 21, países alrededor del mundo impulsaron conjuntamente los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Ahora, el porcentaje de personas que viven en pobreza extrema es menos de la mitad de lo que era en 1990. Esto es claramente Dios moviéndose en nuestro tiempo.
No sólo estamos trabajando para combatir el hambre y la pobreza. Dios nos promete un día en que ningún niño vaya a dormir con el estómago vacío y ningún padre sacrifique una comida para que sus hijos puedan comer. Estamos llamados a construir el reino de Dios aquí en la tierra como es en el cielo. Y cuando oramos Danos hoy nuestro pan de cada día, también estamos orando por la erradicación del hambre.
Si tomáramos toda la asistencia alimentaria proporcionada por cada iglesia y cada donación de obras de caridad en Estados Unidos, representaría sólo el cinco por ciento de lo que el gobierno federal provee en asistencia alimentaria a través de sus programas. Para nosotros, el gobierno Estadounidense ya está ayudando a millones de personas que viven en la pobreza y el hambre aquí y en todo el mundo. Pero podemos hacer mucho más y mejor.
Erradicar el hambre requiere un enfoque integral — que elimine la raíz de las causas, particularmente la pobreza.
El enfoque de Pan es propiciar la voluntad política para erradicar el hambre. Usted puede ser parte de este movimiento. Exhorte a sus funcionarios federales a llevar a cabo reformas eficaces en políticas y programas federales. Todos podemos jugar un papel decisivo en la lucha contra el hambre si trabajamos juntos.
"Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas"
By Jordan Teague, senior international policy advisor
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