La Biblia y las elecciones

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Es imposible erradicar el hambre en nuestro propio país y en el extranjero a menos que tengamos en nuestro gobierno federal que hagan de esto una prioridad.

Los líderes que elegimos toman decisiones que impactan a personas que viven en la pobreza y que padecen de hambre, tanto en Estados Unidos como alrededor del mundo. El Congreso y la Casa Blanca pueden encaminarnos hacia un mundo sin hambre. Ellos pueden hacer esto al promulgar leyes y programas que generen trabajos, fortalezcan la red de seguridad, inviertan en el desarrollo de la raza humana, apoyen las colaboraciones público-privadas iniciadas por la comunidad y apoyen los esfuerzos internacionales para la erradicación del hambre y la pobreza a nivel mundial.

Prayer and reflection. Photo by Joe Molieri / Bread for the World

Reflexión bíblica

Los líderes que elegimos toman las decisiones en nuestro país. Romanos 13 enfatiza la importancia del buen gobierno y del mantenimiento de la justicia. En 1 Reyes 10:9, luego de que la reina de Saba visitara a Salomón en Jerusalén, le dijo a éste: “[Jehová] te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia”.

Las Escrituras también demuestran que los líderes sabios sostienen la justicia y el bien común, especialmente para aquellos que viven en la pobreza (Salmo 72:12-14). Levítico 19:15 y Santiago 2:2-4 llaman a los líderes a que gobiernen de manera imparcial.

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes”. Estas palabras del apóstol Pablo en su carta a los Romanos (5:1-2) nos invitan a contar con que la gracia y el trabajo conjunto pueden erradicar el hambre. En este lugar de gracia, como ciudadanos y residentes de este país, somos libres de involucrarnos completamente en la política tocante al hambre.

Luego de que el pueblo de Israel regresara del exilio babilónico, el gobernador, Nehemías, pudo pedirle al rey de Persia que supliera los recursos necesarios para reedificar Jerusalén, debido a su fiel papel en el gobierno de Persia (Nehemías 2:1-9). Anteriormente, José sirvió al bienestar de su pueblo a través de su participación activa en la estructura política egipcia de su época (Génesis 41).

En nuestro país democrático, somos llamados a involucrarnos en la elección de líderes sabios y justos en la medida en que buscamos cuidar de nuestro prójimo y de la creación de Dios. Nuestro país fue fundado bajo el ideal de que “nosotros, el pueblo” somos responsables de seleccionar a nuestros líderes. Es el pueblo el que delega la autoridad a aquellos que gobiernan, y debido a ello como cristianos debemos participar en el proceso de colocar la clase de líderes que nos describen las Escrituras.

Nuestra participación en las elecciones puede incluir la dádiva de dinero y tiempo a los candidatos que han demostrado su compromiso a reducir la tan diseminada pobreza y hambre.

Debido a nuestro proceso electoral democrático, los constituyentes pueden efectuar preguntas y recibir información acerca de la posición de los candidatos en lo referente a los temas del hambre y la pobreza. También podemos compartir dicha información con nuestros amigos y vecinos—con el propósito de ayudarlos a votar por el mejor candidato. De esta manera continuamos en la tradición de profetas como Isaías y Jeremías, quienes llamaron a las naciones y a sus gobernantes a ser responsables por su comportamiento.

Nuestra participación en las elecciones es una extensión de nuestra continua propugnación ante el Congreso. Las campañas políticas, las reuniones en los ayuntamientos y las reuniones con los candidatos proveen oportunidades para que defendamos “al débil y al huérfano” y para que hagamos justicia al afligido y al menesteroso” (Salmo 82:3). Cuando nos involucramos en las elecciones, abrimos nuestra boca por “el mudo” y defendemos “la causa del pobre y del menesteroso” (Proverbios 31:8, 9).

Bread activists gather by state and also with Bread organizers at St. Mark’s Episcopal Church to strategize how they will speak with lawmakers during their Hill visits. Photo by Nina Ramadan for Bread for the World.

¿Qué puedes hacer?

  1. Orar por los candidatos en las elecciones y por todos aquellos que participan en el proceso electoral. Pedirle a Dios que los dirija para que defiendan la justicia y cuiden de las personas que están en necesidad y, que los cristianos sean ejemplos de humildad y gracia.
  2. Asistir a las reuniones en los ayuntamientos y a otras reuniones para conocer a los candidatos. Pedirles a los candidatos que declaren sus posiciones sobre cómo reducir el hambre y la pobreza.
  3. Compartir información con sus amistades y familiares, respecto a la posición de los candidatos en asuntos relacionados con el hambre y la pobreza.

Oración

Amantísimo Dios, Creador nuestro, Tú sostienes todo lo que has creado a través de nuestros líderes electos y gobierno. Oramos especialmente por las personas que buscan ser elegidas a posiciones políticas en nuestro país. Otórgales la integridad y sabiduría para enfocarse en temas que fortalezcan nuestro gobierno y protejan a los más vulnerables entre nosotros. Danos la valentía para desafiar a los candidatos para que traten con el tema del hambre y la pobreza. Al prepararnos para votar, permítenos ser guiados por nuestra visión de lo que es la justicia y la misericordia. En el nombre de Cristo, te lo pedimos. Amén

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