Oración de Cuaresma

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“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces tuvo hambre.” – Mateo 4:1-2 

Muchos de nosotros nos centramos en renunciar a algo durante la Cuaresma debido a la decisión de Jesús de ayunar en el desierto durante 40 días. Pero concentrarnos sólo en la parte de “renunciar” puede significar que no nos demos cuenta de que necesitamos eliminar las distracciones que hacen que nos separemos de nuestra conexión con Dios.  

Para la Cuaresma de este año, embarquémonos en una experiencia en el desierto: separarnos de nuestras distracciones. Salgamos de nuestra zona de comodidad para poder vernos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea con mayor claridad, y escuchar mejor la llamada de Dios para nuestras vidas.  

Mientras disciernes cómo cultivar tu propia experiencia de desierto, considera estas preguntas: 

¿Qué hay en mi vida que me distrae de la experiencia de Dios y que podría considerar liberar?  

¿Qué cosas de mi vida me acercan a la experiencia de Dios que podría considerar hacer más frecuente? 

¿Qué puedo hacer para responder a las necesidades de mi prójimo que veo en el mundo?  

Oremos.  
Dios del Amor,  
Tú nos invitas a caminar 
con Jesús estos 40 días 
en el desierto.  
Tranquilize el caos de nuestras vidas 
y perturba nuestra comodidad 
para que podamos llegar  
a conocerte mejor.  
Amén 

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